La otra revolución francesa

—Hablemos de Francia. El presidente Chirac no apoya con mucho entusiasmo a Nicolás Sarkozy, el candidato de su partido. Un sector importante del Partido Socialista no hace el menor esfuerzo por respaldar a Ségolène Royal. Y hay un candidato nuevo, Francois Bayrou que crece en las encuestas. ¿Qué pasa políticamente en Francia?
—Bayrou no es un candidato ni nuevo ni marginal. En Francia siempre tuvimos los socialistas a la izquierda, los conservadores o "gaullistas" de derecha y el centro representado históricamente por partido de Giscard d'Estaing. Beyrou es de este partido de centro. Lo que es nuevo en esta elección francesa es que ningún candidato serio tiene una agenda socialista. Antes teníamos dos tendencias claras: los socialistas y los conservadores. Ahora tenemos una candidata apoyada por el Partido Socialista con un programa conservador.

—¿Qué punto de su programa, por ejemplo?
—En economía va a continuar con la política libre mercado; en lo relacionado con seguridad y criminalidad su política a veces es más dura que la de Sarkozy porque en algún momento llegó a decir que la preservación de la ley y el orden podría quedar en manos del ejército.

—¿Los socialistas franceses se quedaron sin referente?
—Creo que en Francia hay un corrimiento a la derecha como lo hubo en la Gran Bretaña del neolaborismo. Ségolène es la Tony Blair de Francia, es decir, se presenta como Partido Socialista pero con un programa conservador. Supongo que los socialistas que estén desconformes con las propuestas de Ségolène no tendrán otro remedio que votar a los partidos de izquierda que en Francia están muy debilitados: está el Partido Comunista; hay tres partidos trotskistas, dos partidos verdes, pero en total no representan un importante segmento del electorado.

Entrevista a Guy Sorman, Clarín, hoy.