Se han escuchado cientos de opiniones respecto de Ricardo Mollo desde que éste saltó a la fama cuando integraba
Sumo: que es el Hendrix argentino, que es un buen tipo (?), que canta bien (?), que tiene una relación excelente (?) con Natalia Oreiro, que se lleva bien con todos los músicos, etc. etc. etc. También, por supuesto, existe la corriente de opinión inversa, que dice que sus letras son malas y que ni él las entiende, que
Divididos se llevó la potencia de
Sumo (?), pero
Las Pelotas su originalidad (?), que se hace el pibe de barrio del oeste cuando ahora vive en Palermo, hace yoga y se queja de los ruidos molestos (aka música) de los vecinos, que es un pelotudazo agrandado que habla mal de la prensa y luego organiza asados para presentar sus discos, etc. etc. etc.
Ahora bien... ¿qué hay que pensar de un tipo como éste cuando, en un show en La Trastienda, pone a la venta tres mesas
NO FUMADOR? Leyó bien, estimado. Hay 7 mesas desde el escenario hacia atrás, más otras en entrepiso, laterales y demás. Y del total, hay 3 mesas en las que no se puede fumar, en un show de rock -ok, acústico, pero rock al fin (?)-.
¿Qué podemos pensar, ahora, de MollOreiro?Caricatura de Ricardo Mollo (publicada alguna vez por Página/12), junto a su amigo nazi Ricardo Iorio.
2 comentarios:
omar mollo es remisero de mi barrio (palomar). Posta. labura del lado de morón. Triste nO?
No sé si eso es triste... creo que lo del hermano es peor...
PD: En el remis ese se puede fumar? (Plop!)
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